Una de las preguntas que más nos hacen nuestros clientes antes de empezar con la reforma es si es posible vivir en casa durante la reforma y hoy vamos a aclarar esta cuestión. La idea de convivir con el constante ir y venir de obreros, el polvo flotando en el aire y el ruido de las herramientas puede sonar desalentadora.
Ya sea que te estás planteando hacer un reforma integral o hacer una cambios en casas como poner suelos de parquet, En este artículo, te compartimos los consejos esenciales para poder vivir en tu casa durante una reforma sin que te quite el sueño. Prepara tu equipo de supervivencia porque, después de todo, tu casa sigue siendo tu casa, incluso en medio de una reforma.
Establece zonas seguras donde puedas estar
El secreto para no perder la calma durante la reforma es saber separar bien el terreno de juego: identifica esos rincones de paz en los que no se van a realizar obras y conviértelos en tus zonas chill.
Así, tendrás tu pequeño oasis libre de polvo y escombros para tomar esos respiros necesarios, manteniendo un pedacito de tu rutina intacta.
Dale una vuelta de tuerca a estos espacios para que estén listos para todo: desde una zona mullida para descansar, hasta tener a mano agua fresca y, si te la puedes ingeniar, por ejemplo si estás haciendo una reforma de cocina, puedes monta una mini cocina para poder seguir cocinando aunque sea lo básico. Establecer estos espacios de paz no solo será tu vía de escape para relajarte, sino que también te hará desconectar de la reforma.
Organiza tu tiempo y espacio
Una reforma integral puede poner tu día a día patas arriba, pero con un plan a mano, puedes suavizar bastante el golpe. Ponte manos a la obra con un calendario bien detallado que marque cada etapa de las obras y reorganiza tu rutina alrededor de este. Si tu casa se ha convertido en tu oficina, encuentra ese rincón de paz para convertirlo en tu estación de trabajo temporal. Y oye, no estaría mal reajustar tu horario de trabajo para esquivar esas horas donde el ruido y el caos se hacen los reyes.
La clave está en ser organizado: elige sitios específicos para guardar todas esas herramientas y materiales, asegurándote de que los caminos y salidas de emergencia estén siempre despejados. Un espacio ordenado no solo te ayudará a mantenerte enfocado, sino que también hará que todo fluya mejor en medio del lío.
Mantén la comunicación con el equipo de reformas
Hablar de forma clara y seguida con el equipo de la empresa de reformas que es clave. Propón encuentros con cierta frecuencia para ver cómo va todo, hablar de posibles giros en el proyecto y resolver cualquier cosa que aparezca.
Es importante que desde el primer momento les cuentes qué esperas y qué necesitas, conciertos momentos del día en silencio. La mayoría de los profesionales son toda oreja y están más que dispuestos a ajustarse a lo que les pidas, siempre y cuando sepan de antemano.
Y no olvides, llevarse bien con ellos no solo hace el ambiente más agradable, sino que también puede darles ese empujoncito para que todo fluya mejor y más rápido.
Prepárate para el polvo y planifica tu presupuesto
Aunque lo organices todo al detalle, prepárate para que el polvo y el ruido no se conviertan en tu peor pesadilla. Una buena jugada es hacerte con unos tapones para los oídos de esos que lo silencian todo y una mascarilla que te libre del polvo, pensando en tu comodidad ante todo.
Piensa en poner unas barreras de plástico por las zonas de batalla para que el polvo no se vaya de tour por tu casa. Además, aprovecha para escaparte un rato cuando el ruido se ponga intenso: una escapadita a la biblioteca, un café con amigos o mover el esqueleto al aire libre pueden ser tu salvación. Lo importante es seguirle el ritmo a los cambios con una sonrisa y mucha flexibilidad.
Las reformas son famosas por sacar a la luz sorpresitas que pueden hacerte replantear tanto el plan de obra como las finanzas. Por eso, es una buena idea tener una reserva de emergencia, algo así como un 10-20% extra sobre tu presupuesto inicial, por si acaso. Además, para mantener la normalidad en medio del caos, piensa en apartar un dinerillo para darte algunos lujos, como salir a comer o, si te hace falta, una mini escapada a un hotel. Esta estrategia financiera es tu as en la manga para superar los imprevistos sin que tu bolsillo sufra en el intento.
Conclusión : ¿se puede vivir en casa durante la reforma?
Vivir en casa durante una reforma puede parecer una odisea, pero ¿es realmente imposible? Aunque el polvo y el ruido sean inevitables, la respuesta es reconfortante: sí, es posible.
No hace falta ver la reforma de tu casa como un reto de supervivencia extremo. Siguiendo estos consejos, te vas a mover por este proceso con más soltura y menos tensión. Desde marcar tu territorio seguro hasta tener un buen rollo con el equipo de obra, cada consejo está pensado para que no pierdas la cabeza y tu casa siga siendo funcional.
Recuérdalo: el desorden de las reformas es pasajero, pero el gustazo de ver tu casa reformada te va a durar años. Así que, respira hondo, reorganiza tus días y no pierdas de vista lo que viene: tu casa, más increíble que nunca, te está esperando al final del proceso.
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